El camino de la Dra. Maria Montessori hacia el mundo de la educación comenzó a principios del siglo XX. Inicialmente, fue una de las primeras médicas tituladas, pero su trayectoria tomó un giro sorprendente y gratificante cuando se convirtió en la única doctora dispuesta a ayudar a niños considerados “ineducables” debido a desafíos del desarrollo. A través de sus observaciones e investigaciones, desarrolló un enfoque revolucionario que enfatizaba la curiosidad natural y la capacidad innata de cada niño. Abandonó los métodos de enseñanza convencionales y creó un entorno centrado en materiales manipulativos y la libertad de exploración. Esto se convirtió en la base de lo que posteriormente se conocería como el método Montessori. Su dedicación para comprender las necesidades de los niños y promover su potencial natural transformó las prácticas educativas en todo el mundo.

El método de enseñanza Montessori se enfoca en el proceso de aprendizaje, más que en el resultado final. Cuando los padres nuevos en Montessori se acostumbran a este método, aprenden que su hijo no necesariamente tendrá un “trabajo terminado”; en cambio, puede haber cinco o seis versiones que, al observarlas con detenimiento, se acercan a la perfección a medida que el niño concluye la lección.

La filosofía principal de la Dra. Montessori sobre la enseñanza era “seguir al niño”. Para los educadores Montessori, esto significa permitir que el niño nos guíe hacia aquello que desea aprender. Por ejemplo, en el aula de primaria (edades 3 a 6), la principal área de trabajo se conoce como “vida práctica/sensorial”. El trabajo en esta área consiste en fregar mesas, lavar platos, verter, barrer, limpiar, usar los marcos de vestir y cuidar muñecas. Los niños, incluso desde los tres años, tienen la capacidad —y la necesidad— de realizar y tener un trabajo significativo.

“La libertad dentro de límites” fue otro componente fundamental de la filosofía de enseñanza de la Dra. Montessori. Este concepto se refiere a que los niños deben ser libres de hacer lo que deseen en el aula dentro de los límites establecidos por el maestro. Un maestro da al niño una cantidad específica de tareas para el día, pero luego le permite la libertad de elegir actividades preferidas dentro de ese trabajo durante el resto del día.

La Dra. Montessori descubrió que los niños son capaces de cosas extraordinarias a una edad muy temprana. Encontró que cuando los niños se sienten seguros de su capacidad para contribuir a la comunidad, desarrollan una actitud más positiva hacia el aprendizaje.

Además, la Dra. Montessori consideraba que el aprendizaje debía comenzar en el hogar. Muchos montessorianos sienten que la filosofía Montessori debe aplicarse en todas las áreas de la vida del niño, no solo en el entorno escolar. Además de lo que los niños aprenden en el aula, la Academia Montessori se centra en la educación de los padres y cree que, sin una base adecuada, la educación de un niño no será tan sólida como debería ser.